Hoy escuché por segunda vez a una persona pedir una disculpa con el argumento de «es que así soy yo». Y me vino la reflexión que hoy comparto con quienes me leen.
Creo que somos una posibilidad infinita y vemos su máximo esplendor cuando logramos desapegarnos de lo que pensamos que somos y nos permitimos salir de la caja y descubrir las nuevas manifestaciones de nuestro ser.
Y recuerdo a los bebés, a los bebés recién nacidos. Cuando yo veo a un recién nacido, veo la infinita posibilidad de su ser, es decir, ese nuevo ser, puede ser un bombero, puede ser un pensador, puede ser un activista, puede ser un músico, y puede serlo todo. Y en realidad, todos, en cualquier momento de nuestra vida, podemos serlo TODO; el manifestarlo está condicionado por nuestro sistema de creencias.
Y si yo soy la máxima manifestación de todas las posibilidades que elijo vivir, que importante es mi elección, que poderosa al ser tomada con total libertad y con el poder que le confiere el compromiso de ser el origen de esa elección y la responsabilidad para manifestarla.
Y para quitarle presión al elegir, descubro que elegir es sumamente facil cuando simplemente uno las piezas que el todo al que pertenezco (Dios, el universo, la naturaleza, la perfección) pone en mi camino. Pongo en mi pensar lo que elijo vivir, y con mi sentir le doy fuerza: mis sueños y mis anhelos, luego los suelto al todo, los declaro y agradezco su existencia, para entonces disfrutar el camino de encontrarme con ellos. Así, mi ser va manifestándose en su máximo esplendor cuando está en común unión con el todo, con el universo, con Dios, con la naturaleza, y así es tán fácil, vibro facilmente y todo se acomoda para ser lo que quiero vivir, y al serlo, lo creo y al crearlo, lo vivo y al vivirlo, lo siento, y al sentirlo, lo soy, y entro en un ritmo constante de plenitud, de dicha, de gozo, de paz, de alegría, de infinita luz que me acompaña y de la que soy parte, y la frontera que delimitaba mi ser, al creerme yo, un individuo; se desvanece al sentirme yo, parte del todo, en comunión con el todo, al ser el cielo y la tierra, al ser el amigo y el desconocido, al ser el hombre y la mujer, al ser el perro que cruza la calle y el pájaro que canta, y así, al ser cada manifestación del todo con toda su belleza y en toda su perfección, la conciencia se expande y simplemente YO SOY.
Suntai
La muestra más clara de mi comunión con el todo son mis relaciones, que son mi vínculo con las otras partes del todo: mi madre, mi padre, mi hermana mayor, mi hermana menor, mi pareja, yo mismo, los conocidos, los desconocidos, la gente, los animales, las plantas, las montañas, el agua, el frío, el aire, el fuego, la noche y la mañana, la sinfonía de sonidos en cualquier momento, la delicia de las texturas, la belleza de las formas y los colores, la perfección de los aromas, la sutileza de la percepción, la armonía, la paz, la dicha, el amor, Dios en todo.
…y si somos parte del todo y de todos…. ¿entonces qué papel jugamos en la vida de los otros si todos somos uno solo?…. mmmm como que entiendo la idea, pero no la entiendo… osea, si todos somos un todo, ¿entonces que venimos siendo cada uno?…. ¿existe de todas formas la individualidad?… ¿o todos somos una gran masa amorfa (o con forma) y no hay nada que nos divida a unos de otros?… no se si logro explicar mi duda.. me falta esa pieza en el rompecabezas…. sea lo que sea Amo caminar a tu lado, logro ver, sentir y vivir algo individual en ti que te hace único en mi vida y diferente al resto….
Gracias. Genial que se detonen más interrogantes que nos mantengan en descubrimiento continuo. Abrazo!