¿Dónde está tu mente continuamente? ¿Está en el pasado, está en el futuro o está en el presente?
Si tu mente está en el pasado y en el futuro, seguramente algunos detalles de tu vida pueden pasar de largo al acontecer en un presente del cual estás ausente.
¿Dónde está tu atención? ¿Está fuera de ti o dentro de ti?
Si tu atención está fuera de ti, es probable que puedas llegar a sentir que hay algo que te falta porque no ha llegado a ti o porque aún no lo encuentras.
Las respuestas a estas dos cuestiones tan básicas y tan naturales como el tiempo y el espacio, describen la calidad de nuestra vida, y en ella está incluida la calidad de las relaciones que establecemos con quienes compartimos nuestro entorno: hijos, padres, hermanos, animales, plantas, planeta y nosotros mismos, por mencionar algunos.
Para ejemplificarlo, simplemente trae a tu mente un momento lleno de gozo en tu vida, uno en el que disfrutas al 100%, en el que estás pleno y radiante, el que tú quieras… tal vez es cuando das a luz a un hijo, cuando bailas o haces música, cuando abrazas a papá, cuando abrazas a mamá, cuando das un “te amo”,… ¿ya está? En ese momento, estás viviendo el presente, es decir, todo tú estás presente en esa experiencia: tu pensar y tu sentir están unidos en una misma experiencia y por eso es tan intensa, porque la vives con todo tu ser en el presente.
Ahora imagina como es una vida llena de esos instantes plenos… ¿te das cuenta del valor de ser en el presente? En el presente es donde suceden las cosas, es decir, aquí y ahora; no es ayer, ni es mañana, es aquí y ahora, es donde se vive, donde se es.
Ahora, cito a Alan Watts para presentarte el arte de estar completamente centrado en el aquí y en el ahora: la meditación.

La esencia en la práctica de la meditación es centrarse en lo que es en el presente. Al centrarte en lo que es en el presente, lo recibes y lo aceptas, lo cual significa que presentas nula resistencia a lo que es. Al recibir y aceptar tu presente, aquietas los pensamientos que fluyen en torno a éste y solo queda contemplar su perfección, agradecer su existencia. En ese instante de contemplación y agradecimiento es cuando ocurre tu conexión contigo, y llega de ti para ti, aquello que parecía que faltaba, pero que simplemente estaba desconectado.
En este estado de conexión contigo mismo puedes encontrar la respuesta que buscabas (por ejemplo, el propósito de algo que vives), puedes inspirarte para escribir, componer una canción o pintar un cuadro o simplemente , puedes disfrutar ese estado de conexión que te provee de aquello que te provoca gozo, como puede ser paz, alegría, armonía, equilibrio, plenitud, por tomar algunos ejemplos.
La práctica continua de la meditación crea en tu ser la tendencia a estar conectado con tu interno, permitiéndote manifestar de manera natural y en total armonía, aquello que tu intención dicta.
Una vía rápida y práctica para comenzar el camino de la meditación es simplemente ser consciente de tu respiración, estar contemplando como fluyes mientras respiras suavemente, identificando esos tres tiempos de tu respirar: cuando inhalas, cuando llevas el oxígeno a tu cuerpo y cuando exhalas; y contemplar como tu propia respiración te centra en el presente, te conecta contigo. Te invito a que lo experimentes en este instante y que lo vivas todos los días.
Sat Chit Ananda
Ata Irigoyen
ata.irigoyen@gmail.com