¿Qué es la realidad?

¿Viene de lo que vemos? ¿Viene de lo que sentimos?

¿Cuál es nuestra relación con la realidad?

Imagina que hoy sientes fisicamente, lo que se siente el segundo día de ejercitarte en un gimnasio después de un largo tiempo de no realizar actividad física. ¿Qué se siente?, ¿lo recuerdas?. O un día después de subir y bajar repetidamente una cantidad de escalones que no acostumbras. ¿Qué sensación tienen tus piernas?… sientes unas piernas gigantes, ¿cierto?, grandes y pesadas. Esta sensación te acompaña todo el día y así, aunque un tercero te pueda confirmar que tus piernas no son grandes ni pesadas, tu vives el día con unas piernas con esas características.

En otro escenario, digamos que estás cómodamente sentado en tu oficina y alguién pasa con un encantador y delicioso aroma a coco. ¿Qué es lo que haces?, ¿cierras los ojos?, ¿qué te imaginas?… te transporta, ¿cierto?, ¿a dónde?… Y en ese instante, dejas de estar en tu oficina y experimentas estar en otro lado, tal vez en una playita con el clima perfecto y la brisa acariciando tu rostro, tal vez hasta te saboreas el agüita natural de un coco que te estas bebiendo. La experiencia puede ser tan placentera que un colega tuyo te llama la atención para que «regreses» a la oficina. Tu realidad cambia de un momento a otro, gracias a un estímulo del ambiente, a una conexión con el ambiente.

En estos ejemplos, vemos como la realidad que vivimos viene de una combinación de pensar y sentir las características de un entorno que experimentamos, sea visible para los demás o no lo sea.

Hablar de la realidad que experimentamos nos lleva a hablar de una relación muy peculiar dentro de las relaciones que formamos como seres humanos: la relación con el medio ambiente, con el entorno, con el todo.

Los momentos de inspiración en los que las obras se crean o la lucidez aparece, son precisamente éstos en el que el ser humano se integra al entorno y descubre los mensajes. En otras palabras, el ser humano suelta la realidad que cree para ser maravillado por una revelación de una realidad más grande, que en ese momento ni siquiera cabía en su mente hasta que se presenta. Así Isaac Newton descubre la ley de la gravedad al presenciar la caída de una manzana, al entregarse a un entorno y abrir los canales de información a lo que éste le comunica, para entonces ser uno con él y desde ahí poder enunciar leyes universales. Así también Paul Potts nos maravilla con su interpretación de Nessun Dorma cuando suelta una realidad de un vendedor de teléfonos celulares con baja autoestima y se deja envolver por el entorno de un público ávido de un espectáculo con su voz para entonces entregarse a ese entorno y dejar que lo transforme para ser uno con él.

Entonces vemos dos cosas: que la realidad que vivimos, es la realidad que creemos (como lo que vivimos al oler el aroma a coco) y que esa realidad que creemos no necesariamente viene sólo de lo que pensamos, sino que puede venir del mismo entorno al cual te entregas libre de cualquier concepto preadquirido de éste (como al hacer contacto con la naturaleza y como al hacer contacto con la gente, con todos los sentidos abiertos y sin juicios) y al entregarte en esa apertura total, el mismo entorno te transforma para ser uno con él y en él.

Puedes identificar estos instantes de integración total con el todo, por la inspiración que presentas gracias a que la mente y el sentimiento están a tu servicio durante esa transformación (como para enunciar leyes universales o cantar como tenor) y por el gozo derivado de una apertura total.

¿Te imaginas una vida llena de estos momentos?… Te invito a que continuamente te regales instantes para experimentar esta integración con el todo.

Sat Chit Ananda

Ata Irigoyen