Tan simple como cierto,

tan profundo como sencillo,

tan verdadero como la voz de un niño,

tan sabio como la de un anciano.

Así lo dijiste,

tan fuerte y tan claro,

que todos los ancestros se hicieron escuchar,

y todas las almas vivas resonaron,

pues no hay más,

más allá de las formas

en las que compartimos la experiencia de vivir,

están las esencias

que se ven iguales

y celebran el gozo

de compartir el camino

de reencuentro a la fuente.

Nadie se queda fuera

de este paseo vital,

Todos Vamos, así lo dijiste,

así salió de tu boca

al arrojar la moneda

y pedir el deseo en la fuente,

«en la fuente», ¡que simbólico!

Con toda la inocencia lo declaraste,

con todo el poder se cumplirá.