La tecnología avanzó tanto que ya todo se hacía en automático y los humanos cada vez pensaban menos. Tanto fueron perdiendo el hábito, que recuperaron el camino que la manzana les había robado.

La tecnología avanzó tanto que ya todo se hacía en automático y los humanos cada vez pensaban menos. Tanto fueron perdiendo el hábito, que recuperaron el camino que la manzana les había robado.