Ella creía que le habían hecho un favor al escucharla, lo que no sabía es que el gran espíritu la puso donde el mensaje necesitaba hacerse llegar.
Sucedió de repente: la montaña los atrajo; es la manera en la que la madre tierra reúne a sus hijos.
Y la madre peinó a su hija, tal como cuando era niña. Esa trenza conectaba de nuevo a todas las mujeres de la tribu, las de todos los tiempos y las de todos los lugares. Era un ritual de reconciliación, el hombre era uno de nuevo.
Foto de Artur Aldyrkhanov